Crepúsculo, la popular obra literaria y cinematográfica de la escritora norteamericana Stephanie Meyer, ha venido siendo un fenómeno que ha recorrido el mundo entero empapando a las personas -adolescentes en su mayoría- de una historia que involucra peligro y romance, vampiros y hombres lobo, además de la presencia infaltable de la raza humana.
La saga de libros contiene cuatro publicaciones: Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer.
La primera edición cuenta la historia de Isabella Swan, una joven de diecisiete años que tiene que mudarse de la inmensidad de Phoenix a un pequeño pueblo llamado Forks; donde, al parecer, todos los habitantes esperaban su llegada. Allí comienza un nuevo año escolar en el instituto de la villa.
La trama empieza a ser “interesante” cuando la chica conoce a los Cullen, una familia de vampiros que vive en medio de la comunidad del pueblo. Cada integrante posee unas habilidades sobre humanas que les permiten tener ciertas ventajas sobre la demás población.
En poco tiempo, Bella -como prefiere ser llamada- empieza a enamorarse de Edward, uno de los miembros de la “codiciada” familia Cullen, y éste no tarda en darse cuenta que sus poderes son menos que nulos con la joven, así que también comienza a desarrollar cierto interés por ella.
Por otro lado, en el pueblo también existe otra comunidad que le hace frente a los vampiros: los hombres lobo. El primero en aparecer es un adolescente de quince años llamado Jacob Black. Éste es quien le cuenta a Bella de los rumores y mitos que hay en los al rededores a cerca de la rivalidad existente entre los licántropos y “los pálidos” como eran llamados los vampiros por aquella comunidad.
El resto de la historia gira en torno a la relación que establecen Bella y Edward con el tiempo, y a los peligros que se ven sometidos por querer estar juntos…