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viernes, 2 de abril de 2010

Funciones de la información política

Cada vez se cuestiona más el funcionamiento de los medios de comunicación en Colombia. Se critican de subjetivos, parciales, sesgados por sus intereses personales; pero entonces ¿cuál es el verdadero papel que deberían hacer los informantes?

Se analizará esta pregunta desde el punto de vista político, debido a las cercanas elecciones a la presidencia que tendrán lugar en mayo.



Se estaría interpretando mal el uso que proporciona el periodismo en la información política si se limitara sólo a trasmitir, y no se hace el trabajo de crear una cultura política, de manera que facilite a los ciudadanos desarrollar una posición crítica acerca de qué es lo mejor para ellos, qué les conviene y por qué les conviene.

La manera cómo se difunde la información tiene un papel muy importante en el pensamiento de quienes la reciben. A través de los tiempos se pueden ver las distintas maneras de cómo los medios de comunicación utilizan su influencia en los ciudadanos para suministrarles los elementos suficientes que les permitan tomar decisiones que se acomoden a sus necesidades, a sus requerimientos y los ponen como protagonistas electorales que deciden según sus pautas.

Ahora bien, se puntualizarán las funciones más destacadas de la información política:

  • · Recogida y presentación de información objetiva:

Este es de los conceptos más controversiales que existen en el mundo de la comunicación. No se puede considerar algo de “objetivo” enteramente, porque como se sabe, cada periodista y persona en general tiene una visión distinta de los hechos que lo agobien. Por ejemplo, para quienes la frase “Uribe continua haciendo de las suyas” podría considerarse una ofensa, para otros llegaría a ser una total verdad.

Algo que es necesario destacar con respecto a la objetividad es que cada periodista tiene una educación, unas ideologías y una cultura propia que inevitablemente sesga su percepción de los acontecimientos.

Lo que se debe evitar a toda costa es parcializarse, ya que este hecho hace que el periodista manipule la información, de manera que los lectores, la audiencia o los televidentes vean como verdad la información que se les está entregando, pero que está sujeta a la opinión y versión que quiere dar a entender quien la pública. Si se logra hacer a un lado el aspecto de la subjetividad, se estaría aplicando un verdadero principio del periodismo, rechazando la mentira, la parcialidad, la distorsión y todo aquello que nuble la visión correcta y objetiva de los hechos.

Si se sigue una conducta correcta de objetividad, implicaría ser imparciales, presentar los datos que sobresalen tal y como son, de manera que queden “al margen de las preferencias personales”.

En resumen, se busca que los informadores procuren ser lo menos parciales posibles y que mantengan una posición que no provoque una inclinación hacia alguna preferencia en particular. El concepto de información y opinión deben ser claramente diferenciados para que el lector, televidente o radioescucha no se vea afectado y termine quedándose en lo confuso, lo dudoso, lo sospechoso o lo ambiguo.

  • · Interpretación y explicación de las informaciones:

Aquí el objetivo principal es que el periodista sea tan claro, específico y explique tan bien los hechos que quien sea menos experto en el tema que se está informando entienda de manera exacta lo que se busca notificar.

No es trabajo fácil lograr este cometido. Para conseguir que los lectores, oyentes o televidentes entiendan en su totalidad los hechos, se debe recurrir a técnicas como la documentación. También se puede hacer uso de métodos como la entrevista, la crónica o el reportaje. En conclusión, todo aquello que implique una profundización de los acontecimientos y no se quede en el simple informe, puede ayudar a que la persona que está de receptora comprenda lo que se le está proporcionando y tenga un más amplio beneficio de la comunicación.

Por ejemplo, cuando se visita una página de internet como Wikipedia, se puede ver que a lo largo del texto existen una cantidad de hipervínculos que otorgan la posibilidad de adquirir una información más profunda acerca de lo que se está leyendo, y para que de esta manera se pueda comprender en su totalidad el tema al que se le está dando uso.

  • · Contribuir a la formación de la opinión pública:

Como se ha dicho anteriormente, se debe diferenciar de forma clara entre opinión e información, pero sin dejar de lado que al mismo tiempo hay una estrecha relación entre ambos conceptos. No se puede crear una opinión si antes haber recibido una información, por este motivo es que se dice que la información es la que crea la opinión pública. Aquí es donde la comunicación desempeña un papel importante en una sociedad democrática, dando la posibilidad a los ciudadanos para que establezcan un veredicto con respecto a lo que se les presenta.

En este punto es donde los políticos y periodistas entran en controversia, debido a que los primeros perciben al periodismo como una forma para moldear la opinión pública; los segundos lo ven más como la forma de proyectar las situaciones que se desarrollan en la sociedad.

Los políticos opinan que los medios de comunicación son los responsables de que algunas críticas se difundan en la sociedad, afectándolos de manera directa en los votantes. Por el contrario, los periodistas sostienen que su única misión en el mundo de la comunicación es cubrir y responder a las demandas del pueblo.

¿Quién tiene la razón¿ ¿cuál sector está más cerca de la realidad? No son preguntas fáciles de responder. Para tomar una posición acerca de todo esto se deben analizar algunos aspectos del caso. Sería una total farsa sostener que un periódico no publica para expresar las preferencias de una población en específico. Pero es justificable lo que hacen los periódicos, debido a que si no escriben para cubrir las necesidades y parcialidades de una sociedad se verían peligrosamente amenazados de caer en el abandono y la banca rota. Ahora bien, ¿cómo se cubren esas necesidades? Ante esta situación no queda más remedio que recurrir a un continuo número de actividades que implican la adivinación de las preferencias de los ciudadanos mediante métodos que invoquen aspectos de la investigación científica.

Por otro lado, no se puede negar que algunos medios manipulan la información para formar una opinión pública, pero ¿acaso no es lo mismo que hacen los políticos?. Un ejemplo claro es lo que hace “El Colombiano” cuando en sus editoriales y publicaciones en general cubren de manera grotesca al presidente Álvaro Uribe Vélez, haciendo que los lectores tomen una posición que favorezca al mandatario.

  • · La fijación de la agenda política:

No se puede negar que los medios de comunicación son los responsables de que muchos de los ciudadanos de una localidad, región o incluso un país tengan una serie de actividades que han sido anteriormente introducidos por causa de la agenda programada por una estación radial, un periódico o un canal de televisión. Algo que cabe destacar en todo este asunto es que, a diferencia de como se cree, los medios no influyen en las personas diciéndoles cómo pensar, sino que les dicen en qué pensar. Esto está demostrado cuando vemos los temas de actualidad presentados en muchos de los noticieros del país; muestran y, subjetivamente, les dicen a los ciudadanos en qué se deben fijar, qué es lo que agobia y afecta de cierta manera a la comunidad. En el caso de la contemporaneidad, se puede observar plenamente que los noticieros de televisión, los de radio y las publicaciones de los periódicos nos instan a tener presentes las elecciones a la presidencia que tendrán lugar el 30 de mayo del presente año.

Del mismo modo en que los medios pueden favorecer a políticos o a entidades públicas por medio de sus agendas de programación, también las pueden dañar, las pueden perjudicar. Debido a que el ámbito de la comunicación se ve tan sesgado por muchas circunstancias -en las cuales pueden estar envueltas las opiniones, las preferencias culturales o regionales, favoritismos hacia algún sector o personaje- la información objetiva se ve amenazada ante la parcialidad de los informadores, ya que solamente se dedican a filtrar lo que les conviene y evitan que algún material llegue a los ciudadanos.

Un ejemplo que serviría a lo anteriormente dicho se puede encontrar en muchas publicaciones de periódicos e incluso de televisión cuando se le acusa a algún personaje de haber hecho o dicho algo y simplemente presentan el ataque, pero omiten la defensa. ¿Es esto lo que hace el verdadero periodismo? No. El reportaje en Colombia se puede considerar decadente ante estas situaciones y lastimosamente es algo que se ve a diario.

  • · Control del Gobierno y de otras instituciones:

En este aspecto cabría bien citar como ejemplos los casos de corrupción continua que se presenta en la política: la parapolítica, el compro de votos, etc. En todas estas situaciones, los medios de comunicación representan un papel muy importante: denuncian y actúan como ayuda a las entidades encargadas de judicializar estos hechos, presentan información y facilitan materiales suficientes que sirvan para poner en marcha un proyecto de investigación en contra de los sospechosos.

En la televisión colombiana existe un programa en el Canal Caracol que denuncia hechos de la sociedad: Séptimo Día. Los periodistas de este espacio televisivo investigan de forma profunda los casos que son denunciados y llevan a los televidentes la información necesaria para que por sí mismos tomen decisiones y saquen sus propias conclusiones. Y además de actuar de informantes a los ciudadanos, le presentan a las entidades pertinentes una cantidad de material necesario para “tomar cartas en el asunto” y judicializar, si es necesario, a quienes se les está culpando.